
Una noche, en algún baño
me dijeron
que la poesía es como una llave que abre mil puertas
tuve miedo
porque desde entonces veo
versos kilométricos estampados en tu nuca
como carreteras negras que se elevan
de manera perpendicular
desde entonces temo
porque desperté y pude ver
cómo palanqueaban la puerta del baño.

eres una lámpara de cabeza
en el fondo de la sala
la película era sobre dos niños
que morían en un campo de concentración
uno se comía los dedos del otro y viceversa
mientras el gas tajaba la superficie de sus ojos como a un lápiz de grafito y
de repente todo era luz
el sol parecía un helado de vainilla en la pantalla
chorreándose a lo largo de la bahía
entonces decidí escribirte una canción que también era luz
te escribí una canción en la oscuridad como una sentencia de muerte
era algo acerca de
cuando mi perro era pequeño y preñó al sol
el sol se llamaba Donald
y tenía zapatitos de oro del tamaño de mis muslos
y mis muslos tenían el tamaño de una katana diminuta
con la que podría aniquilar a todos mis enemigos
y de repente los niños dormían acurrucados
en la yema de un huevito de codorniz
y volando como mariposas
se posaron en tus ojos y brillaste y eras el sol
y acabó la película y me besaste
y bailaste sobre mi cuerpo como un ruso confundido
pero nunca leíste mi canción
